La Raspa es un blanco seco muy fragante que gracias a su facilidad para ser bebido y a su diseño promete convertirse en una revelación estival. Está elaborado mayoritariamente con Moscatel de Alejandría, la variedad reina de la Axarquía malagueña, pero en su ‘coupage’ también hay hueco para la Doradilla, una uva autóctona de las Sierras de Málaga que resulta sutil en aromas pero que en boca aporta volumen y unos toques salinos muy interesantes. Ambas variedades proceden de un conjunto de pequeñas parcelas donde prevalece la frescura, y es que La Raspa es ante todo un brindis al mediterráneo, a la tradición, a las raíces y a la amistad. ¡Simplemente Axarquía!